Cuando esto sucede es común empezar una lucha con tal de encontrar la solución, purgamos el sistema varias veces, cambiamos a cuanta marca y tipo de pastilla nos recomiendan, lavamos los discos y pastillas con mezclas "mágicas" de desengrasantes o jabones y a lo que pocas veces le ponemos atención es a los caliper y principalmente los pistones.
En el caso de los caliper mecánicos la mayoría de sistemas trabajan a un solo pistón por lo que en este caso no hay más remedio que mantener los discos limpios y las pastillas de igual manera pero en los sistemas de frenos hidráulicos hay un detalle a tomar en cuenta y es si ambos pistones cierran y no solo uno.
Qué hacer entonces?
La solución es muy sencilla, basta con retirar las pastillas, el caliper no es necesario desmontarlo pero si de gran ayuda si se quiere un mejor espacio de trabajo, una vez desmontadas las pastillas lo que haremos es accionar la manilla teniendo uno de los pistones sujetado para que el otro salga del todo así le vamos a colocar unas gotas de aceite para lubricarlo, luego lo empujamos con suavidad y hacemos lo mismo con el otro pistón, una vez terminado el proceso ambos pistones estarán insertados en el caliper, se limpia bien todo para no dejar aceite y se colocan las pastillas en su lugar.
Ahora viene el último paso, colocamos el caliper si fue desmontado y accionamos la manilla para que los pistones salgan y acerquen las pastillas al disco, ya lo harán al mismo tiempo, con la manilla presionada ajustamos los tornillos del caliper para dejarlo fijo y alineado y bombeamos para hacer bajar el aceite al caliper otra vez hasta sentir el freno con buen tacto.
No es necesario purgar ya que el aceite nunca perdió el volumen dentro del sistema.
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